Sin destino (2002) es una polémica película gay mexicana sobre un adolescente que se gana la vida como gigoló en las calles de la ciudad y tiene un amargo pasado por experiencias de su niñez.
Se cuenta la vida de Frank, un jovencito de 15 años que se gana la vida con los hombres en México D.F., además de otros trapicheos para sobrevivir.
El único amigo de Frank es David, que trabaja vendiendo psicoactivos y le recrimina a su amigo que se gane la vida como chico de alquiler.
Una de las razones de que el joven Frank comenzara en este turbio asunto fue que a la edad de nueve años un hombre artista mucho mayor que él llamado Sebastián se enamoró de él y lo raptó.
Frank volverá a encontrarse años más tarde con Sebastián, después de haber escapado de él, ofreciéndole un dinero por unas fotografías en cueros. El anciano sigue enamorado del chico y no dudará en hacer todo lo posible para conquistarlo.
El director mexicano Leopoldo Laborde tiene una filmografía en la que ha retratado la adolescencia y la infancia desde diferentes aristas, en largometrajes como: Juego de niños (1995) o Un secreto de Esperanza (2002).
Los actores protagonistas son: Francisco Rey (Fran), David Valdez (David), Roberto Cobo (Sebastián).