Francia. Director: Stéphane Ly-Cuong. 2002.
Nicolas, un joven veinteañero, se despierta en casa de François, un hombre de cuarenta años de edad que conoció la noche anterior. François le cuenta su juventud, a la vez que se desahoga, la etapa de las fiestas con discos, sueños y esperanzas compartidas…
Un estupendo viaje al maravilloso mundo multicolor de los años 80, con sus reivindicaciones, su pseudolibertad, sus fantasías y sus fracasos, y sobre todo… su música. Paradisco es un dulce sueño que todo el mundo querría tener. Excelente trabajo de escenografía mezclado con las composiciones de Patrick Laviosa permiten someter al espectador a ese estado de “trance”. A la vez reivindicativo en muchos sentidos, y es que Stéphane Ly-Cuong, director del cortometraje, ha realizado una pequeña obra maestra.
Cortometraje